De algún modo el mar dejo de hacer olas para mí.
Había perdido mi línea de la vida, línea que me llevaba
a ti de madrugada solo para sentir que tus labios arropen mi cuerpo. Cambie esa
línea, por muchas otras de color blanco, con ellas aprendí que
respirar en ocasiones resulta doloroso. Tu cuerpo sobre el mío no
tenían la misma complicidad, admito que tus manos me lastimaban, que tus besos
no hacían mas que quemar mi piel aquella noche.
Yo: Confío en ti. (Mientras hurgaba los bolsillos de mis pantalones
buscando un respiro)
Tú: También confío en ti.
Tome una tarjeta y aspire fuertemente, aun recuerdo tu
rostro y las palabras alejándome de tu lado, tus manos evitando mis
caricias. Cerraste los ojos, vestí mi cuerpo, dejé tu habitación
procurando no hacer ruido para que no despiertes. Prendí un cigarrillo
camino a casa, sentí frío y sed -En ese estado no hay lugar para
las lágrimas, tal vez era eso lo que realmente me gustaba de
estar así -...
Te extraño, ha pasado más de un mes te quiero de vuelta en
mi vida cada madrugada y amanecer junto a tus ojos.
-Existen muchas lineas en la vida, todo depende de cual elija uno. Jah bless.